Los recientes datos sobre la pobreza publicados por el INDEC son muy difíciles de digerir y nos desafían aún más.
Aunque no nos resulta una novedad, porque estamos en el mano a mano caliente de cada día, la estadística fría golpea fuerte y nos apela de forma directa.
La realidad que nos golpea: el 45% de los habitantes del Conurbano Bonaerense son pobres.
Datos recientes del INDEC sobre el segundo semestre del 2022, dan estos duros datos donde marcó un 39,2% de pobreza en toda la Argentina. Además, crecieron los barrios populares o villas durante este período ¿Qué podemos hacer ante esta situación?
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó recientemente estos datos que reflejan que hay 5,7 millones de personas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que están bajo esa línea de pobreza, y 1,2 millones en situación de indigencia, de un total de 12,7 millones que habitamos el Gran Buenos Aires.
Estos números se calculan a partir de las posibilidades de acceder a la canasta básica alimentaria (CBA), que determinan los niveles de indigencia, y la pobreza a partir de la canasta básica total, que suma la CBA junto con bienes y servicios como la vestimenta, el transporte, la salud y la educación.
Ante esa situación, en donde cada vez se van alejando las brechas socioeconómicas, es fundamental evitar que se sigan expandiendo mediante programas que apuesten por la educación y la empleabilidad. Además, de contar con que la situación inflacionaria y social pueda mejorar, fundamentalmente.
En una situación donde estas cifras pueden seguir expandiéndose hacia lugares más negativos, también es fundamental el trabajo en alianzas, en comunidad, potenciando las capacidades que tenemos, tanto organizaciones como Fundación Nordelta, como con otros actores de la sociedad civil, como empresas y otras instituciones educativas, con las que se puedan generar mayores acuerdos y alcances con la población de nuestras comunidades.
Foto: Barrio Las Tunas. Fuente: Wikimapia.