A menor nivel educativo, mayor informalidad laboral. Un informe del CIPPEC refleja datos elocuentes.
Como consideración general, los grupos de jóvenes con mayor nivel de tasa de actividad corresponden a aquellos niveles educativos que incluyen una formación completa (universitario, secundario o primario completo).
Este tipo de grupos resultó considerablemente más resiliente a la tendencia negativa de la actividad entre jóvenes durante los últimos años.
Por el contrario, entre los jóvenes con nivel universitario incompleto, esta cifra cayó un 17%; entre aquellos con secundario incompleto, un 20%, y, por último, la participación en el mercado laboral cayó un 39% entre los jóvenes con nivel primario incompleto.
En promedio, la informalidad laboral en jóvenes con primario incompleto es del 70% y, en el caso de aquellos con secundario incompleto es del 47%.
En este aspecto también se ven los beneficios de la terminalidad educativa, ya que para un joven con secundario completo la informalidad baja más de 10 puntos porcentuales (34%), y en el caso de aquellos con nivel universitario completo la informalidad se reduce a un 10%.
¿Pero dónde trabajan los jóvenes en nuestro país?
En 2022, la distribución de los empleos de personas de entre 16 y 29 años estuvo principalmente concentrada en tres actividades:
- comercio y reparaciones (24%)
- industria manufacturera (12%)
- construcción (12%).
Al mirar ese recorte por género, vemos que las mujeres participan también en comercio y reparaciones (26%) e Industria manufacturera (9%), pero que en lugar de la construcción lo hacen en actividades de los hogares (12%), más precisamente como actividades de los hogares empleadores de personal doméstico o actividades de los hogares como productores de bienes o servicios para uso propio, según la clasificación CAES (2018).
En términos de los establecimientos en donde trabajan, un 15,6% lo hace en empresas de hasta cinco empleados, un 39% en empresas de entre 6 y 40 empleados y un 45,4% en empresas de más de 40 empleados.
Sin duda, resulta claro que deben evaluarse los requerimientos institucionales para mejorar la eficacia y eficiencia de una promoción del empleo joven.
FUENTE: https://www.cippec.org/