El orden externo genera orden interno. Para nosotros, el orden es un desafío diario para clasificar y distribuir las donaciones que llegan a nuestro contenedor. Para eso, el trabajo de nuestro equipo junto a las voluntarias es fundamental así como la selección previa que se realiza en sus casas.
Una vez que cada donación encuentra su lugar y su adecuado acondicionamiento, se define su destino. Además de La Casa en el barrio Las Tunas, la Fundación ha resuelto la distribución de materiales hacia otros centros.
De ese modo, este año hemos estado colaborando con el Hogar San José, el Jardín Niño Dios, el Jardín Nº 950 del barrio El Alge, la Escuela Nº21 Amado Bonpland, el Jardín de Infantes Manuelita y la Escuela 4856 Wichi Lhahis Phante la Unión en Salta.
Un ejemplo de esto, fue la distribución de cuentos infantiles nuevos que fueron donados por el Ministerio de Desarrollo Social. En total, unas cinco instituciones se vieron beneficiadas por el reparto. También Cáritas Divina Providencia, próximo al Día del Niño, recibió más de 10 bultos con juguetes y artículos para el hogar.
Sistematizar, ampliar y mejorar nuestra red de recepción y entrega de donaciones es parte del plan que estamos llevando adelante junto a un grupo de voluntarias que semanalmente se reúnen en el contenedor.
Del mismo modo, desde el Ropero Comunitario en Las Tunas se realiza un registro de las prendas que se distribuyen a las familias. El aporte más importante de todos sigue siendo el de los vecinos. Así es la comunidad la que refuerza a diario nuestro compromiso para seguir trabajando.