Uno de cada tres jóvenes no termina el secundario en nuestro país

El dato es oficial. Y la realidad es tremenda. Revisar el detalle de esta información es parte de nuestra tarea y deber.

 

Así lo reflejan los datos relevados por el CIPPEC y Argentinos por la Educación. Esta situación dificulta enormemente el acceso a empleos de calidad y la mejora en las condiciones de vida de los jóvenes del país.

Las cifras surgen de un informe publicado en octubre del 2022, que recolectó los datos del período 2003-2021 en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), y refleja los cambios a partir de la sanción de la Ley de Educación Nacional del año 2006 que marcó la obligatoriedad de la educación secundaria.

A partir de allí, se logró una masificación del acceso al nivel medio de la educación, que elevó las cifras de terminalidad laboral, pero con grandes dificultades aún para poder concretar una terminalidad del todo favorable. Esto impacta en la compleja transición que significa el paso de la adolescencia a la adultez, y del secundario al empleo.

El estudio realizado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) y Argentinos por la Educación, muestran un crecimiento en la asistencia al sistema educativo secundarios (de un 78,3% en 2003, a un 92,3% en 2021), aunque exponen el desafío de la graduación, donde las cifras arrojan que un 33,2 % de los jóvenes de entre 18 y 24 años no lo pueden hacer. Estos indicadores dan la pauta que el futuro de la juventud tendrá dificultades si no se realizan los cambios necesarios para transformar esta realidad.

Según este mismo informe, solamente el 3% de los jóvenes de entre 18 y 24 años que no terminan sus estudios secundarios pueden acceder a empleos de calidad. En cambio, es un porcentaje mayor, pero no del todo alentador, el 13% que sí finalizan esta etapa.

Es necesario decir que no solo se trata de mejorar las condiciones para que las cifras aumenten; hay que pensar en cómo acercar a los jóvenes a la finalización de los estudios, para de este modo lograr acceso al trabajo de calidad, sobre todo en las comunidades donde trabajamos día a día.

Desde la Fundación Nordelta trabajamos activamente para generar ese cambio. Actualmente, acompañamos a los jóvenes de los barrios El Lucero, El Alge, San Luis y Las Tunas con programas que mejoran su desarrollo integral, haciendo énfasis en la educación y el acceso laboral. Contamos con espacios de acompañamiento a la juventud, donde en conjunto con otras instituciones generamos programas que capacitan a este sector en habilidades de diversos rubros, desde lo digital hasta las habilidades blandas.

 

Esto lo demuestra el que, durante 2023, 93 personas transitan por 4 cursos, lo que logra ser un puente para estos jóvenes que vienen de comunidades vulnerables, otorgándoles una realidad esperanzadora y la visión de un futuro mejor.